ESTIMULANDO LA LECTURA

EN LOS PEQUEÑOS Si leer le parece "ABURRIDO", es probable que de pequeño no le presentaran la lectura como una forma divertid...

lunes, 19 de noviembre de 2018

Los niños y las tareas de la casa


Enseñar a los niños a hacer las tareas de casa es algo que requiere de mucha paciencia. Para que esto no sea una batalla diaria cuando sean adolescentes lo mejor es ir inculcando el hábito cuando son pequeños y tienen ganas de imitar todo aquello que hacemos los mayores. 

Los niños pequeños están deseosos de participar en familia, de sentirse útiles y ser considerados parte de este equipo que formamos papá, mamá y hermanos, en caso que los haya, ya sea poniendo la mesa o recogiendo sus platos.



1- Sugerir, no imponer: Cuando los niños son pequeños, entre los 2-3 años, debemos sugerirles e invitarles a realizar estas pequeñas tareas. Si los obligamos de repente puede que provoquemos un rechazo inicial que nos dará conflictos innecesarios. Es mejor darles la oportunidad de querer colaborar y estimular el interés en participar en la casa.

2- Asignar una pequeña lista de tareas diarias al niño en función de su edad y madurez. Las tareas nunca deben suponer un esfuerzo tan grande que provoque frustración o reste tiempo para realizar los deberes o jugar. En niños de 2 a 3 años podemos pedirles que rieguen las plantas, ordenen sus juguetes, tirar cosas a la basura, comer solos (aunque se ensucien). Y en niños de entre 3-4 años podemos pedirles que se vistan, se pongan el pijama y dejen la ropa sucia en el cesto de la colada. A medida que crezcan iremos sumando responsabilidades progresivamente como por ejemplo poner y recoger la mesa, alimentar a sus mascotas, preparar la mochila escolar u ordenar su habitación.

3- Anotar las tareas ayuda a recordar: Tener anotadas las tareas ayuda a pequeños y mayores a recordar cuáles son sus responsabilidades. Es bueno tenerlas en un lugar visible para no olvidarnos de qué debemos hacer.

4- Acompañar y guiarles durante el proceso. Explicarles con un lenguaje positivo qué, cómo, cuándo y por qué deben realizar sus tareas. Las explicaciones deben ser breves y claras, sin largos discursos o sermones. Por ejemplo: “Cada mañana dejamos la cama hecha antes de ir al cole. La habitación queda más bonita y dormirás mejor de noche”

5- Ser modelos a seguir. Los niños pequeños aprenden básicamente por imitación de lo que ven hacer a los adultos, por tanto deben tener la oportunidad de observar cómo hacemos lo que les pedimos.

6- Recompensar el esfuerzo. El refuerzo positivo es importante tras realizar una conducta que queremos que se repita. Las recompensas pueden ser un elogio, un beso, un sticker o quizá una salida al parque

7- No hacer por ellos lo que ya pueden hacer solos. Cualquier ayuda innecesaria es un obstáculo para el aprendizaje.

8- No esperar la perfección. Los niños pequeños tienen una motricidad limitada por lo que es normal que se les caigan las cosas, derramen el agua o no sepan doblar bien la ropa cuando hacen su cama.

9- Sin gritos ni malos modos. Los gritos nunca enseñan la conducta que deseamos que realicen nuestros hijos ni nos dan mayor autoridad. Los gritos paralizan y restan credibilidad.


10- Paciencia infinita. Hay que armarnos de mucha paciencia cuando estamos instaurando el hábito de realizar las tareas de casa. Recuerda que cualquier tarea requiere un tiempo para el aprendizaje y en ocasiones aparecerán las negativas y los conflictos.



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